Encontrados 63 resultados para: mucha

  • ¿No será más bien por tu mucha maldad, por tus culpas sin límite? (Job 22, 5)

  • Tet. Lo poco del justo vale más que la mucha abundancia del impío; (Salmos 37, 16)

  • Mucha es la paz de los que aman tu ley, no hay tropiezo para ellos. (Salmos 119, 165)

  • Tomándolo todo, partió para su tierra después de derramar mucha sangre y de hablar con gran insolencia. (I Macabeos 1, 24)

  • Tomaron el camino de Galilea y pusieron cerco a Mesalot en el territorio de Arbelas; se apoderaron de ella y mataron mucha gente. (I Macabeos 9, 2)

  • Jonatán envió a su hermano, jefe de la tropa, a pedir a sus amigos los nabateos autorización para dejar con ellos su impedimenta, que era mucha. (I Macabeos 9, 35)

  • Cuando Apolonio se enteró, puso en pie de guerra 3.000 jinetes y un numeroso ejército y partió en dirección a Azoto, como que quería pasar por allí, pero al mismo tiempo se iba adentrando en la llanura porque tenía mucha caballería y confiaba en ella. (I Macabeos 10, 77)

  • Pero entonces se levantó Simón para combatir por su nación y gastó mucha hacienda propia en armar las tropas de su nación y pagarles la soldada. (I Macabeos 14, 32)

  • Tolomeo, hijo de Abubos, había sido nombrado estratega de la llanura de Jericó y poseía mucha plata y oro, (I Macabeos 16, 11)

  • con el auxilio del Señor, quedó humillado por los mismos que él despreciaba como los más viles; despojándose de sus galas, como un fugitivo a campo través, buscando la soledad llegó hasta Antioquía con mucha suerte, después del desastre de su ejército. (II Macabeos 8, 35)

  • El mismo Timoteo cayó en manos de los hombres de Dositeo y Sosípatro; les instaba con mucha palabrería que le dejaran ir salvo, pues alegaba tener en su poder a parientes entre los cuales había hermanos de muchos de ellos, de cuya vida nadie se cuidaría. (II Macabeos 12, 24)

  • Más vale poco, con justicia, que mucha renta sin equidad. (Proverbios 16, 8)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina