Encontrados 616 resultados para: monte santo

  • Presentaron entonces testigos falsos que declararon: «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar Santo y de la Ley; (Hechos 6, 13)

  • «Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monte Sinaí, sobre la llama de una zarza ardiendo. (Hechos 7, 30)

  • Este es el que, en la asamblea del desierto, estuvo con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que recibió palabras de vida para comunicárnoslas; (Hechos 7, 38)

  • «¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! ¡Como vuestros padres, así vosotros! (Hechos 7, 51)

  • Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de Dios; (Hechos 7, 55)

  • Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; (Hechos 8, 15)

  • Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. (Hechos 8, 17)

  • «Dadme a mí también este poder para que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo impoga las manos.» (Hechos 8, 19)

  • Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» (Hechos 9, 17)

  • Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria; se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo. (Hechos 9, 31)

  • Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de escuchar lo que tú digas.» (Hechos 10, 22)

  • cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él; (Hechos 10, 38)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina