Encontrados 16 resultados para: montón

  • amontonarás todos sus despojos en medio de la plaza pública y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos, todo ello en honor de Yahveh tu Dios. Quedará para siempre convertida en un montón de ruinas, y no volverá a ser edificada. (Deuteronomio 13, 17)

  • Levantaron sobre él un gran montón de piedras, que existe todavía hoy. Así Yahveh se calmó del furor de su cólera. Por eso se llama aquel lugar Valle de Akor hasta el día de hoy. (Josué 7, 26)

  • Al rey de Ay lo colgó de un árbol hasta la tarde; y a la puesta del sol ordenó Josué que bajaran el cadáver del árbol. Lo echaron luego a la entrada de la puerta de la ciudad y amontonaron sobre él un gran montón de piedras, que existe todavía hoy. (Josué 8, 29)

  • Booz comió y bebió y su corazón se puso alegre. Entonces fue a acostarse junto al montón de cebada. Vino ella sigilosamente, descubrió un sitio a sus pies y se acostó. (Rut 3, 7)

  • Tomaron a Absalón, le echaron en el bosque en un gran hoyo y pusieron encima un gran montón de piedras; y todo Israel huyó, cada uno a su tienda. (II Samuel 18, 17)

  • Ordeno, además, lo siguiente: A todo aquel que no cumpla este edicto, le será arrancada de su casa una viga, se le amarrará a ella y será azotado; en cuanto a su casa, será reducida, por este delito, a un montón de escombros. (Esdras 6, 11)

  • Tu ombligo es un ánfora redonda, donde no falta el vino. Tu vientre, un montón de trigo, de lirios rodeado. (Cantar 7, 3)

  • Oráculo contra Damasco. He aquí que Damasco deja de ser ciudad, y va a ser montón de derribo. (Isaías 17, 1)

  • serán amontonados en montón los prisioneros en el pozo, serán encerrados en la cárcel y al cabo de muchos días serán visitados. (Isaías 24, 22)

  • Voy a hacer de Jerusalén un montón de piedras, guarida de chacales, y de las ciudades de Judá haré una soledad sin ningún habitante. (Jeremías 9, 10)

  • «Miqueas de Moréset profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y dijo a todo el pueblo de Judá: Así dice Yahveh Sebaot: Sión será un campo que se ara, Jerusalén se hará un montón de ruinas, y el monte de la Casa un otero salvaje. (Jeremías 26, 18)

  • y vendrá a ser Babilonia montón de piedras, guarida de chacales, tema de pasmo y rechifla, sin ningún habitante. (Jeremías 51, 37)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina