Encontrados 27 resultados para: mares

  • La arena de los mares, las gotas de la lluvia, los días de la eternidad, ¿quién los puede contar? (Eclesiástico 1, 2)

  • ¡Ay!, bramar de muchos pueblos, como bramar de mares braman. Retumbar de naciones que retumban como retumbo de crecidas aguas. (Isaías 17, 12)

  • ¿Quién midió los mares con el cuenco de la mano, y abarcó con su palmo la dimensión de los cielos, metió en un tercio de medida el polvo de la tierra, pesó con la romana los montes, y los cerros con la balanza? (Isaías 40, 12)

  • Yo les he hecho más viudas que la arena de los mares. He traído sobre las madres de los jóvenes guerreros al saqueador en el pleno mediodía. He hecho caer sobre ellos de pronto sobresalto y alarma. (Jeremías 15, 8)

  • Entonarán por ti una elegía y te dirán: ¡Ah! ahí estás destruida, desaparecida de los mares, la ciudad famosa, que fue poderosa en el mar, con tus habitantes, los que infundían el terror en todo el continente. (Ezequiel 26, 17)

  • En el corazón de los mares estaban tus fronteras. Tus fundadores hicieron perfecta tu hermosura. (Ezequiel 27, 4)

  • Las naves de Tarsis formaban tu flota comercial. Estabas repleta y pesada en el corazón de los mares. (Ezequiel 27, 25)

  • A alta mar te condujeron los que a remo te llevaban. El viento de oriente te ha quebrado en el corazón de los mares. (Ezequiel 27, 26)

  • Tus riquezas, tus mercancías y tus fletes, tus marineros y tus timoneles, tus calafates, tus agentes comerciales, todos los guerreros que llevas, toda la tripulación que transportas, se hundirán en el corazón de los mares el día de tu naufragio. (Ezequiel 27, 27)

  • Mas ahora estás ahí quebrada por los mares en las honduras de las aguas. Tu carga y toda tu tripulación se han hundido contigo. (Ezequiel 27, 34)

  • Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice el Señor Yahveh: ¡Oh!, tu corazón se ha engreído y has dicho: «Soy un dios, estoy sentado en un trono divino, en el corazón de los mares.» Tú que eres un hombre y no un dios, equiparas tu corazón al corazón de Dios. (Ezequiel 28, 2)

  • te precipitarán en la fosa, y morirás de muerte violenta en el corazón de los mares. (Ezequiel 28, 8)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina