Encontrados 226 resultados para: mañana

  • «Y al pueblo le dirás: Santificaos para mañana, que vais a comer carne, ya que os habéis lamentado a oídos de Yahveh, diciendo: "¿Quién nos dará carne para comer? Mejor nos iba en Egipto." Pues Yahveh os va a dar carne, y comeréis. (Números 11, 18)

  • El amalecita y el cananeo habitan en el llano. Mañana, volveos y partid para el desierto, camino del mar de Suf.» (Números 14, 25)

  • Dijo luego a Coré y a toda su cuadrilla: «Mañana por la mañana hará saber Yahveh quién es el suyo, quién es el consagrado y le dejará acercarse. Al que Yahveh haya elegido le dejará acercarse. (Números 16, 5)

  • ponedles fuego y mañana les echaréis incienso ante Yahveh. Aquel a quien elija Yahveh, será el consagrado; ¡esto ya pasa de la raya, hijos de Leví!» (Números 16, 7)

  • Dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu cuadrilla presentaos mañana delante de Yahveh: tú, ellos y Aarón. (Números 16, 16)

  • A la mañana, tomó Balaq a Balaam y lo hizo subir a Bamot Baal, desde donde se veía un extremo del campamento. (Números 22, 41)

  • Uno de los corderos lo ofrecerás en holocausto por la mañana, y el otro cordero entre dos luces; (Números 28, 4)

  • El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo ofrecerás con la misma oblación y libación que el de la mañana, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Números 28, 8)

  • Esto, además del holocausto de la mañana, que ofreceréis como holocausto perpetuo. (Números 28, 23)

  • Cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: «¿Qué son estos estatutos, estos preceptos y estas normas que Yahveh nuestro Dios os ha prescrito?», (Deuteronomio 6, 20)

  • Durante siete días no se verá junto a ti levadura, en todo tu territorio, y de la carne que hayas sacrificado la tarde del primer día no deberá quedar nada para la mañana siguiente. (Deuteronomio 16, 4)

  • La cocerás y la comerás en el lugar elegido por Yahveh tu Dios, y a la mañana siguiente te volverás y marcharás a tus tiendas. (Deuteronomio 16, 7)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina