Encontrados 49 resultados para: llamar

  • Se dio aviso a Rebeca de las palabras de Esaú, su hijo mayor; y ella envió a llamar a Jacob, su hijo pequeño, y le dijo: «Mira que tu hermano Esaú va a vengarse de ti matándote. (Génesis 27, 42)

  • Jacob envió a llamar a Raquel y a Lía al campo, donde estaba su rebaño, (Génesis 31, 4)

  • Aquella mañana estaba inquieto su espíritu y envió a llamar a todos los magos y a todos los sabios de Egipto. Faraón les contó su sueño, pero no hubo quien se lo interpretara a Faraón. (Génesis 41, 8)

  • Faraón mandó llamar a José y le sacaron del pozo con premura, se afeitó y mudó de vestido y compareció ante Faraón. (Génesis 41, 14)

  • Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: «Ahora sí, he pecado; Yahveh es el justo, y yo y mi pueblo somos inicuos. (Exodo 9, 27)

  • Mandó Moisés llamar a Datán y Abirón, hijos de Eliab. Pero ellos respondieron: «No queremos ir. (Números 16, 12)

  • Dijo Balaq a Balaam: «¿No te mandé llamar? ¿Por qué no viniste donde mí? ¿Es que no puedo recompensarte?» (Números 22, 37)

  • Después se levantó Balaq, hijo de Sippor, rey de Moab, para pelear contra Israel, y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, para que os maldijera. (Josué 24, 9)

  • Esta mandó llamar a Baraq, hijo de Abinoam, de Quédes de Neftalí, y le dijo: «¿Acaso no te ordena esto Yahveh, Dios de Israel: "Vete, y en el monte Tabor recluta y toma contigo 10.000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón. (Jueces 4, 6)

  • Dalila comprendió entonces que le había abierto todo su corazón, mandó llamar a los tiranos de los filisteos y les dijo: «Venid esta vez, pues me ha abierto todo su corazón.» Y los tiranos de los filisteos vinieron donde ella con el dinero en la mano. (Jueces 16, 18)

  • Volvió a llamar Yahveh: «¡Samuel!» Se levantó Samuel y se fue donde Elí diciendo: «Aquí estoy, porque me has llamado.» Elí le respondió: «Yo no te he llamado, hijo mío, vuélvete a acostar.» (I Samuel 3, 6)

  • Mandó el rey llamar al sacerdote Ajimélek, hijo de Ajitub, y a toda la casa de su padre, a los sacerdotes que había en Nob, y vinieron todos donde el rey. (I Samuel 22, 11)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina