Encontrados 11 resultados para: llamaban

  • Selofjad, hijo de Jéfer, no tuvo hijos; solamente hijas. Se llamaban las hijas de Selofjad: Majlá, Noá, Jojlá, Milká y Tirsá. (Números 26, 33)

  • Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, de los clanes de Manasés, hijo de José. Se llamaban las hijas: Majlá, Noá, Joglá, Milká y Tirsá. (Números 27, 1)

  • Tanto a ellos como a los anaquitas se los tenía por refaítas, pero los moabitas los llamaban emitas. (Deuteronomio 2, 11)

  • (También éste era considerado país de refaítas; los refaítas habitaron aquí antiguamente; y los ammonitas los llamaban zanzumitas, (Deuteronomio 2, 20)

  • Pero Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, no tenía hijos; sólo tenía hijas. Sus hijas se llamaban: Majlá, Noá, Joglá, Milká y Tirsá. (Josué 17, 3)

  • pues había sabido que los romanos llamaban a los judíos amigos, aliados y hermanos, que habían recibido con honor a los embajadores de Simón (I Macabeos 14, 40)

  • Judas, llamado también Macabeo, y sus compañeros entraban sigilosamente en los pueblos, llamaban a sus hermanos de raza y acogiendo a los que permanecían fieles al judaísmo, llegaron a reunir 6.000 hombres. (II Macabeos 8, 1)

  • acusado ante Eupátor a consecuencia de ello por los amigos del rey, oía continuamente que le llamaban traidor, por haber abandonado Chipre, que Filométor le había confiado, y por haberse pasado a Antíoco Epífanes. Al no poder honrar debidamente la dignidad de su cargo, envenenándose, dejó esta vida. (II Macabeos 10, 13)

  • Sámek. Sobre ti baten palmas todos los que pasan de camino; silban y menean la cabeza sobre la hija de Jerusalén. «¿Esa es la ciudad que llamaban la Hermosa, la alegría de toda la tierra?» (Lamentaciones 2, 15)

  • Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, (Lucas 1, 36)

  • A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era quien dirigía la palabra. (Hechos 14, 12)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina