Encontrados 430 resultados para: lista de naciones

  • y que en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos; (Hechos 14, 16)

  • Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace (Hechos 15, 17)

  • Porque, como dice la Escritura, el nombre de Dios, por vuestra causa, es blasfemado entre las naciones. (Romanos 2, 24)

  • como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas naciones: padre nuestro delante de Aquel a quien creyó, de Dios que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no son para que sean. (Romanos 4, 17)

  • El cual, esperando contra toda esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones según le había sido dicho: Así será tu posteridad. (Romanos 4, 18)

  • La Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abraham esta buena nueva: En ti serán bendecidas todas las naciones. (Gálatas 3, 8)

  • Al vencedor, al que se mantenga fiel a mis obras hasta el fin, le daré poder sobre las naciones: (Apocalipsis 2, 26)

  • Entonces me dicen: «Tienes que profetizar otra vez contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.» (Apocalipsis 10, 11)

  • Y gentes de los pueblos, razas, lenguas y naciones, contemplarán sus cadáveres tres días y medio: no está permitido sepultar sus cadáveres. (Apocalipsis 11, 9)

  • Las naciones se habían encolerizado; pero ha llegado tu cólera y el tiempo de que los muertos sean juzgados, el tiempo de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.» (Apocalipsis 11, 18)

  • La mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. (Apocalipsis 12, 5)

  • Y un segundo Angel le siguió diciendo: «Cayó, cayó la Gran Babilonia, la que dio a beber a todas las naciones el vino del furor.» (Apocalipsis 14, 8)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina