Encontrados 443 resultados para: justicia

  • Yahveh me recompensa conforme a mi justicia, el me paga conforme a la pureza de mis manos. (II Samuel 22, 21)

  • Y Yahveh me devuelve según mi justicia, según mi pureza que está a sus ojos. (II Samuel 22, 25)

  • Salomón dijo: «Tú has tenido gran amor a tu siervo David mi padre, porque él ha caminado en tu presencia con fidelidad, con justicia y rectitud de corazón contigo. Tú le has conservado este gran amor y le has concedido que hoy se siente en su trono un hijo suyo. (I Reyes 3, 6)

  • Todo Israel oyó el juicio que hizo el rey y reverenciaron al rey, pues vieron que había en él una sabiduría divina para hacer justicia. (I Reyes 3, 28)

  • Hizo el Vestíbulo del trono donde administraba justicia, que es el Vestíbulo del Juicio; estaba recubierto de cedro desde el suelo hasta las vigas. (I Reyes 7, 7)

  • escucha tú desde los cielos y obra; juzga a tus siervos, declarando culpable al malo, para hacer recaer su conducta sobre su cabeza y declarando inocente al justo para darle según su justicia. (I Reyes 8, 32)

  • escucha tú desde los cielos su oración y su plegaria y hazles justicia. (I Reyes 8, 45)

  • Que estas palabras con que he suplicado ante Yahveh permanezcan día y noche junto a Yahveh, nuestro Dios, para que dé lo justo a su siervo y justicia a su pueblo Israel, según las necesidades de cada día, (I Reyes 8, 59)

  • Bendito Yahveh tu Dios que se ha complacido en ti y te ha colocado en el trono de Israel para siempre, a causa del amor de Yahveh a Israel, y te ha puesto como rey para administrar derecho y justicia.» (I Reyes 10, 9)

  • Yahveh hirió al rey y quedó leproso hasta el día de su muerte. Vivió en una casa aislada, y Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la casa y administraba justicia al pueblo de la tierra. (II Reyes 15, 5)

  • Reinó David sobre todo Israel administrando derecho y justicia a todo el pueblo. (I Crónicas 18, 14)

  • escucha tú desde los cielos y obra; juzga a tus siervos. Da su merecido al inicuo, haciendo recaer su conducta sobre su cabeza y declarando inocente al justo, para darle según su justicia. (II Crónicas 6, 23)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina