Encontrados 145 resultados para: incienso

  • Tomaste tus vestidos recamados y las recubriste con ellos; y pusiste ante ellas mi aceite y mi incienso. (Ezequiel 16, 18)

  • luego te reclinaste en un espléndido diván, ante el cual estaba aderezada una mesa en la que habías puesto mi incienso y mi aceite. (Ezequiel 23, 41)

  • ya no hay, en esta hora, príncipe, profeta ni caudillo, holocausto, sacrificio, oblación ni incienso ni lugar donde ofrecerte las primicias, (Daniel 3, 38)

  • La visitaré por los días de los Baales, cuando les quemaba incienso, cuando se adornaba con su anillo y su collar y se iba detrás de sus amantes, olvidándose de mí, - oráculo de Yahveh. (Oseas 2, 15)

  • En las cimas de los montes sacrifican, en las colinas queman incienso, bajo la encina, el chopo o el terebinto, ¡porque es buena su sombra! Por eso, si se prostituyen vuestras hijas y vuestras nueras cometen adulterio, (Oseas 4, 13)

  • Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí: a los Baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían incienso. (Oseas 11, 2)

  • Pues desde el sol levante hasta el poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi Nombre un sacrificio de incienso y una oblación pura. Pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice Yahveh Sebaot. (Malaquías 1, 11)

  • Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (Mateo 2, 11)

  • le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. (Lucas 1, 9)

  • Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. (Lucas 1, 10)

  • Se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. (Lucas 1, 11)

  • que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de la Alianza - completamente cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná, la vara de Aarón que retoño y las tablas de la Alianza. (Hebreos 9, 4)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina