Encontrados 483 resultados para: horno de fuego

  • Yo meteré en el fuego este tercio: los purgaré como se purga la plata y los probaré como se prueba el oro. Invocará él mi nombre y yo le responderé; diré: «¡El es mi pueblo!» y él dirá: «¡Yahveh es mi Dios!» (Zacarías 13, 9)

  • ¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca? Porque es él como fuego de fundidor y como lejía de lavandero. (Malaquías 3, 2)

  • Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno; todos los arrogantes y los que cometen impiedad serán como paja; y los consumirá el Día que viene, dice Yahveh Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama. (Malaquías 3, 19)

  • Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. (Mateo 3, 10)

  • Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. (Mateo 3, 11)

  • En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.» (Mateo 3, 12)

  • Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego. (Mateo 5, 22)

  • Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? (Mateo 6, 30)

  • Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. (Mateo 7, 19)

  • De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. (Mateo 13, 40)

  • y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. (Mateo 13, 42)

  • y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. (Mateo 13, 50)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina