Encontrados 107 resultados para: haciendo

  • excluyendo del juicio a los débiles, atropellando el derecho de los míseros de mi pueblo, haciendo de las viudas su botín, y despojando a los huérfanos. (Isaías 10, 2)

  • Hoy mismo en Nob haciendo alto menea su mano contra el Monte de la hija de Sión, la colina de Jerusalén. (Isaías 10, 32)

  • por eso he aquí que yo sigo haciendo maravillas con ese pueblo, haciendo portentosas maravillas; perderé la sabiduría de sus sabios, y eclipsaré el entendimiento de sus entendidos. (Isaías 29, 14)

  • Porque el necio dice necedades y su corazón medita el mal, haciendo impiedad y profiriendo contra Yahveh desatinos, dejando vacío el estómago hambriento y privando de bebida al sediento. (Isaías 32, 6)

  • Dijo: «¡Ah, Yahveh! Dígnate recordar que yo he andado en tu presencia con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tus ojos.» Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas. (Isaías 38, 3)

  • haciendo tú cosas terribles, inesperadas. (Tú descendiste: ante tu faz, los montes se derretirán.) (Isaías 64, 2)

  • Luego venís y os paráis ante mí en esta Casa llamada por mi Nombre y decís: «¡Estamos seguros!», para seguir haciendo todas esas abominaciones. (Jeremías 7, 10)

  • Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. (Jeremías 18, 3)

  • El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. (Jeremías 18, 4)

  • sino que cumpliremos precisamente cuanto tenemos prometido, que es quemar incienso a la Reina de los Cielos y hacerle libaciones, como venimos haciendo nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros jefes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que nos hartábamos de pan, éramos felices y ningún mal nos sucedía. (Jeremías 44, 17)

  • Me deshonráis delante de mi pueblo por unos puñados de cebada y unos pedazos de pan, haciendo morir a las almas que no deben morir y dejando vivir a las almas que no deben vivir, diciendo mentiras al pueblo que escucha la mentira. (Ezequiel 13, 19)

  • y los contaminé con sus propias ofrendas, haciendo que pasaran por el fuego a todo primogénito, a fin de infundirles horror, para que supiesen que yo soy Yahveh. (Ezequiel 20, 26)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina