Encontrados 166 resultados para: habla

  • Habla a los israelitas y diles: Quien ofrezca a Yahveh un sacrificio de comunión, presente a Yahveh una porción de su sacrificio. (Levítico 7, 29)

  • Habla a los israelitas y diles: Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días; será impura como en el tiempo de sus reglas. (Levítico 12, 2)

  • Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas, y diles: Esta es la orden que ha dado Yahveh: (Levítico 17, 2)

  • Habla a los israelitas, y diles: Yo soy Yahveh vuestro Dios. (Levítico 18, 2)

  • Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo. (Levítico 19, 2)

  • Dijo Yahveh a Moisés: Habla a los sacerdotes, hijos de Aarón, y diles: Nadie se haga impuro por el cadáver de alguno de los suyos, (Levítico 21, 1)

  • Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes en cualquiera de sus generaciones, si tiene un defecto corporal, podrá acercarse a ofrecer el alimento de su Dios; (Levítico 21, 17)

  • Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda que como holocausto ofrece a Yahveh (Levítico 22, 18)

  • Habla a los israelitas y diles: Solemnidades de Yahveh que convocaréis como asambleas santas. Estas son mis solemnidades: (Levítico 23, 2)

  • Habla a los israelitas y diles: Cuando, después de entrar en la tierra que yo os doy, seguéis allí su mies, llevaréis una gavilla, como primicias de vuestra cosecha, al sacerdote, (Levítico 23, 10)

  • Habla a los israelitas y diles: En el mes séptimo, el primer día del mes será para vosotros de gran descanso, una fiesta conmemorativa con clamor de trompetas, una reunión sagrada. (Levítico 23, 24)

  • Habla a los israelitas y diles: El día quince de ese séptimo mes celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor a Yahveh. (Levítico 23, 34)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina