Encontrados 52 resultados para: grano

  • Había otros que decían: «Nosotros tenemos que empeñar nuestros campos, nuestras viñas y nuestras casas para conseguir grano en esta penuria.» (Nehemías 5, 3)

  • y se lo entregaba a los sacerdotes, hijos de Aarón, para el altar. Daba a los levitas, que hacían el servicio en Jerusalén, el diezmo del vino, del grano, del olivo, de los granados, de los higos y demás frutales; tomaba en metálico el segundo diezmo, de los seis años, y lo gastaba en Jerusalén. (Tobías 1, 7)

  • ¿Estás seguro de que vuelva, de que en tu era allegue el grano? (Job 39, 12)

  • tus trojes se llenarán de grano y rebosará de mosto tu lagar. (Proverbios 3, 10)

  • Aunque machaques al necio en el mortero, (entre el grano, con el pilón) no se apartará de él su necedad. (Proverbios 27, 22)

  • Como gota de agua del mar, como grano de arena, tan pocos son sus años frente a la eternidad. (Eclesiástico 18, 10)

  • ¿Se tritura el grano? No. No se le trilla indefinidamente; se hace girar la rueda de la carreta, y se le limpia, pero sin triturarlo. (Isaías 28, 28)

  • Ha jurado Yahveh por su diestra y por su fuerte brazo: «No daré tu grano jamás por manjar a tus enemigos. No beberán hijos de extraños tu mosto por el que te fatigaste, (Isaías 62, 8)

  • Profeta que tenga un sueño, cuente un sueño, y el que tenga consigo mi palabra, que hable mi palabra fielmente. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 23, 28)

  • Vendrán y darán hurras en la cima de Sión y acudirán al regalo de Yahveh: al grano, al mosto, y al aceite virgen, a las crías de ovejas y de vacas, y será su alma como huerto empapado, no volverán a estar ya macilentos. (Jeremías 31, 12)

  • No te regocijes, Israel, no jubiles como los pueblos, pues te has prostituido, lejos de tu Dios, y amas ese salario sobre todas las eras de grano. (Oseas 9, 1)

  • El campo ha sido arrasado, en duelo está el suelo, porque el grano ha sido arrasado, ha faltado el mosto, y el aceite virgen se ha agotado. (Joel 1, 10)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina