Encontrados 137 resultados para: generación mala

  • No comeréis pan ni grano tostado ni grano tierno hasta ese mismo día, hastar traer la ofrenda de vuestro Dios. Decreto perpetuo será éste de generación en generación dondequiera que habitéis. (Levítico 23, 14)

  • Ese mismo día convocaréis una reunión sagrada; la celebraréis y no haréis ningún trabajo servil. Decreto perpetuo será éste de generación en generacíon dondequiera que habitéis. (Levítico 23, 21)

  • No haréis, pues, trabajo alguno. Es decreto perpetuo, de generación en generación, dondequiera que habitéis. (Levítico 23, 31)

  • Celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días cada año. Será decreto perpetuo de generación en generación. En el séptimo mes la celebraréis. (Levítico 23, 41)

  • Si alguno consagra su casa, como cosa sagrada, a Yahveh, el sacerdote la tasará, según sea buena o mala. Conforme a la tasación del sacerdote, así se fijará. (Levítico 27, 14)

  • Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo, castigando la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación." (Números 14, 18)

  • Se encendió la ira de Yahveh contra Israel y los hizo andar errantes por el desierto durante cuarenta años, hasta que se acabó toda aquella generación que había obrado mal a los ojos de Yahveh. (Números 32, 13)

  • Pero si lo derribó de casualidad y sin enemistad, o le lanzó cualquier objeto sin ninguna mala intención, (Números 35, 22)

  • «Ni un solo hombre de esta generación perversa verá la tierra buena que yo juré dar a vuestros padres, (Deuteronomio 1, 35)

  • El tiempo que estuvimos caminando desde Cadés Barnea hasta que pasamos el torrente Zéred fue de 38 años; por lo que había desaparecido ya del campamento toda la generación de hombres de guerra, como Yahveh les había jurado. (Deuteronomio 2, 14)

  • No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, Yahveh tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, (Deuteronomio 5, 9)

  • sacarás a las puertas de tu ciudad a ese hombre o mujer, culpables de esta mala acción, y los apedrearás, al hombre o a la mujer, hasta que mueran. (Deuteronomio 17, 5)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina