Encontrados 119 resultados para: fiesta de las Luces

  • La celebraron en el desierto del Sinaí, el primer mes, el día catorce del mes, entre dos luces. Según había mandado Yahveh a Moisés lo hicieron los israelitas. (Números 9, 5)

  • La celebrarán el mes segundo, el día catorce, entre dos luces. La comerán con panes ázimos y hierbas amargas. (Números 9, 11)

  • En vuestros días de fiesta, solemnidades, neomenias, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y sacrificios de comunión. Así haréis que vuestro Dios se acuerde de vosotros. Yo, Yahveh, vuestro Dios.» (Números 10, 10)

  • Uno de los corderos lo ofrecerás en holocausto por la mañana, y el otro cordero entre dos luces; (Números 28, 4)

  • El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo ofrecerás con la misma oblación y libación que el de la mañana, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Números 28, 8)

  • y el día quince del mismo mes es día de fiesta. Durante siete días comeréis panes ázimos. (Números 28, 17)

  • «El día de las primicias, cuando ofrezcáis a Yahveh oblación de frutos nuevos en vuestra fiesta de las Semanas, tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. (Números 28, 26)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado de la fiesta de la Expiación, del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones. (Números 29, 11)

  • «El día quince del mes séptimo tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil y celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días. (Números 29, 12)

  • Y celebrarás en honor de Yahveh tu Dios la fiesta de las Semanas, con la ofrenda voluntaria que haga tu mano, en la medida en que Yahveh tu Dios te haya bendecido. (Deuteronomio 16, 10)

  • Celebrarás la fiesta de las Tiendas durante siete días, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar. (Deuteronomio 16, 13)

  • Durante tu fiesta te regocijarás, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades. (Deuteronomio 16, 14)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina