Encontrados 227 resultados para: favor
Pero si tu vuelves a la ciudad y dices a Absalón: "Soy tu siervo, oh rey mi señor; antes serví a tu padre, ahora soy siervo tuyo," podrás frustrar, en favor mío, los consejos de Ajitófel. (II Samuel 15, 34)
Levantó allí David un altar a Yahveh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces Yahveh atendió a las súplicas en favor de la tierra y la peste se apartó de Israel. (II Samuel 24, 25)
Dijo: «Habla, por favor, al rey Salomón, que no te rechazará, para que me dé a Abisag la sunamita por mujer.» (I Reyes 2, 17)
La mujer de quien era el niño vivo habló al rey, porque sus entrañas se conmovieron por su hijo, y dijo: «Por favor, mi señor, que le den el niño vivo y que no le maten.» Pero la otra dijo: «No será ni para mí ni para ti: que lo partan.» (I Reyes 3, 26)
Hadad encontró mucho favor a los ojos de Faraón, que le dio por mujer a la hermana de su mujer, la hermana de la Gran Dama Tajfenés. (I Reyes 11, 19)
Respondió el rey al hombre de Dios: «Aplaca, por favor el rostro de Yahveh tu Dios, para que mi mano pueda volver a mí.» Aplacó el hombre de Dios el rostro de Yahveh, volvió la mano al rey y quedo como antes. (I Reyes 13, 6)
Se levantó y se fue a Sarepta. Cuando entraba por la puerta de la ciudad había allí una mujer viuda que recogía leña. La llamó Elías y dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua para mí en tu jarro para que pueda beber.» (I Reyes 17, 10)
Cuando ella iba a traérsela, le gritó: «Tráeme, por favor, un bocado de pan en tu mano.» (I Reyes 17, 11)
Se tendió tres veces sobre el niño, invocó a Yahveh y dijo: «Yahveh, Dios mío, que vuelva, por favor, el alma de este niño dentro de él.» (I Reyes 17, 21)
Josafat dijo al rey de Israel: «Consulta antes, por favor, la palabra de Yahveh.» (I Reyes 22, 5)
El dijo a su criado: «Dile: Te has tomado todos estos cuidados por nosotros, ¿qué podemos hacer por ti?, ¿quieres que hablemos en tu favor al rey o al jefe del ejército?» Ella dijo: «Vivo en medio de mi pueblo.» (II Reyes 4, 13)
Respondió: «Bien. Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos jovenes de la montaña de Efraím, de la comunidad de los profetas; dame, por favor, para ellos un talento de plata y dos vestidos de fiesta.» (II Reyes 5, 22)
