Encontrados 257 resultados para: familia de Manasés

  • José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre, y alcanzó José la edad de 110 años. (Génesis 50, 22)

  • José vio a los biznietos de Efraím; asimismo los hijos de Makir, hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José. (Génesis 50, 23)

  • Estos son los nombres de los israelitas que entraron con Jacob en Egipto, cada uno con su familia: (Exodo 1, 1)

  • Hablad a toda la comunidad de Israel y decid: El día diez de este mes tomará cada uno para sí una res de ganado menor por familia, una res de ganado menor por casa. (Exodo 12, 3)

  • Y si la familia fuese demasiado reducida para una res de ganado menor, traerá al vecino más cercano a su casa, según el número de personas y conforme a lo que cada cual pueda comer. (Exodo 12, 4)

  • He aquí lo que manda Yahveh: Que cada uno recoja cuanto necesite para comer, un gomor por cabeza, según el número de los miembros de vuestra familia; cada uno recogerá para la gente de su tienda.» (Exodo 16, 16)

  • yo mismo volveré mi rostro contra ese hombre y contra su familia, y lo exterminaré de entre su pueblo, a él y a todos los que como él se prostituyan tras Mólek. (Levítico 20, 5)

  • Declararéis santo el año cincuenta, y proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia. (Levítico 25, 10)

  • Entonces saldrá de tu casa, él y sus hijos con él, volverá a su familia y a la propiedad de sus padres. (Levítico 25, 41)

  • Si el forastero o huésped que mora contigo adquiere bienes, y, en cambio, tu hermano se empobrece en asuntos con él y se vende al forastero, al que mora contigo, o a algún descendiente de familia de forastero, (Levítico 25, 47)

  • Lo rescatará su tío paterno, o el hijo de su tío, o algún otro pariente cercano suyo dentro de su familia, o, si alcanzan sus recursos, él mismo podrá rescatarse. (Levítico 25, 49)

  • Os ayudará un hombre por cada tribu, que sea jefe de su familia. (Números 1, 4)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina