Encontrados 108 resultados para: falta

  • Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando. (Marcos 6, 6)

  • Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.» (Marcos 10, 21)

  • Oyendo esto Jesús, le dijo: «Aún te falta una cosa. Todo cuanto tienes véndelo y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sígueme.» (Lucas 18, 22)

  • Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que nos hace falta para la fiesta», o que diera algo a los pobres. (Juan 13, 29)

  • Pablo se defendía diciendo: «Yo no he cometido falta alguna ni contra la Ley de los judíos ni contra el Templo ni contra el César.» (Hechos 25, 8)

  • Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la Revelación de nuestro Señor Jesucristo. (I Corintios 1, 7)

  • Hermanos, aun cuando alguno incurra en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. (Gálatas 6, 1)

  • Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia, (Colosenses 1, 24)

  • Noche y día le pedimos insistentemente poder ver vuestro rostro y completar lo que falta a vuestra fe. (I Tesalonicenses 3, 10)

  • Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. (Santiago 1, 5)

  • Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos. (Santiago 2, 10)

  • Tú dices: «Soy rico; me he enriquecido; nada me falta». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. (Apocalipsis 3, 17)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina