Encontrados 15 resultados para: exclamó

  • Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.» (Génesis 2, 23)

  • Ya no pudo José contenerse delante de todos los que en pie le asistían y exclamó: «Echad a todo el mundo de mi lado.» Y no quedó nadie con él mientras se daba a conocer José a sus hermanos. (Génesis 45, 1)

  • Al abrirla, vio que era un niño que lloraba. Se compadeció de él y exclamó: «Es uno de los niños hebreos.» (Exodo 2, 6)

  • y se puso Moisés a la puerta del campamento, y exclamó: «¡A mí los de Yahveh!» y se le unieron todos los hijos de Leví. (Exodo 32, 26)

  • Yahveh pasó por delante de él y exclamó: «Yahveh, Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, (Exodo 34, 6)

  • Entonces Gaal, hijo de Obed, exclamó: «¿Quién es Abimélek y qué es Siquem para que le sirvamos? ¿por qué el hijo de Yerubbaal y Zebul, su lugarteniente, no han de servir a la gente de Jamor, padre de Siquem? ¿Por qué hemos de servirles nosotros? (Jueces 9, 28)

  • Sansón invocó a Yahveh y exclamó: «Señor Yahveh, dígnate acordarte de mí, hazme fuerte nada más que esta vez, oh Dios, para que de un golpe me vengue de los filisteos por mis dos ojos.» (Jueces 16, 28)

  • Pues el rey Joás no se acordó del amor que le había tenido Yehoyadá, padre de Zacarías, sino que mató a su hijo, que exclamó al morir: «¡Véalo Yahveh y exija cuentas!» (II Crónicas 24, 22)

  • Cuando el rey volvió del jardín de palacio a la sala del banquete, Amán se había dejado caer sobre el lecho de Ester. El rey exclamó: «¿Es que incluso en mi propio palacio quiere hacer violencia a la reina?» Dio el rey una orden y cubrieron el rostro de Amán. (Ester 7, 8)

  • Mardoqueo oró al Señor, acordándose de todas sus maravillas, y exclamó: (Ester 13, 8)

  • exclamó: «¡Ay de mí! ¿He nacido para ver la ruina de mi pueblo y la ruina de la ciudad santa, y para estarme allí cuando es entregada en manos de enemigos y su santuario en poder de extraños? (I Macabeos 2, 7)

  • Y exclamó el vigía: «Sobre la atalaya, mi señor, estoy firme a lo largo del día, y en mi puesto de guardia estoy firme noches enteras. (Isaías 21, 8)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina