Encontrados 18 resultados para: estrépito
porque el Señor había hecho oír en el campamento de Aram estrépito de carros, estrépito de caballos y estrépito de un gran ejército, y se dijeron unos a otros: «El rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los hititas y a los reyes de Egipto para que vengan contra nosotros.» (II Reyes 7, 6)
Y nadie podía distinguir los acentos de clamor jubiloso de los acentos de lamentación del pueblo, porque el pueblo lanzaba grandes clamores, y el estrépito se podía oír desde muy lejos. (Esdras 3, 13)
El sueño fue así: Voces y estrépito, truenos y terremotos, perturbación en la tierra. (Ester 11, 5)
He aquí que el Señor Yahveh Sebaot sacude el ramaje con estrépito; las guías más altas están partidas y las elevadas van a caer. (Isaías 10, 33)
Cesó el alborozo de los tímpanos, suspendióse el estrépito de los alegres, cesó el alborozo del arpa. (Isaías 24, 8)
Como calor en sequedal humillarás el estrépito de los poderosos; como el calor a la sombra de una nube, el himno de los déspotas se debilitará. (Isaías 25, 5)
de parte de Yahveh Sebaot serás visitada con trueno, estrépito y estruendo, turbión, ventolera y llama de fuego devoradora, (Isaías 29, 6)
Al fragor del estrépito se dispersan los pueblos, al alzarte tú se desperdigan las gentes, (Isaías 33, 3)
¡Se oye un rumor! ¡ya llega!: un gran estrépito del país del norte, para trocar las ciudades de Judá en desolación, guarida de chacales. (Jeremías 10, 22)
«Olivo frondoso, lozano, de fruto hermoso» te había puesto Yahveh por nombre. Pero con gran estrépito le ha prendido fuego, y se han quemado sus guías. (Jeremías 11, 16)
al son del galopar de los caballos de sus adalides, al ruido de sus carros y al estrépito de sus ruedas. No se volverán padres a hijos, por el cansancio de sus brazos, (Jeremías 47, 3)
Sus caballos son tan numerosos que su polvo te cubrirá. Al estrépito de su caballería, de sus carros y carretas, trepidarán tus murallas cuando entre él por tus puertas, como se entra en una ciudad, brecha abierta. (Ezequiel 26, 10)