Encontrados 41 resultados para: escuchar

  • estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo, que yo hago ahora en tu presencia día y noche, por los hijos de Israel, tus siervos, confesando los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; ¡yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado! (Nehemías 1, 6)

  • Manda que yo sea librada de la tierra, para no escuchar ultrajes. (Tobías 3, 13)

  • que no he mancillado mi nombre ni el nombre de mi padre en la tierra de mi cautividad. Soy la única hija de mi padre; no tiene otros hijos que le hereden, no tiene junto a sí ningún hermano ni pariente a quien me deba por mujer. Ya perdí siete maridos: ¿para qué quiero la vida? Si no te place, Señor, darme la muerte, ¡mírame con compasión! y no tenga yo que escuchar injurias. (Tobías 3, 15)

  • Si he hallado gracia a los ojos del rey, y si al rey le place escuchar mi petición y cumplir mi deseo, que vengan mañana el rey y Amán al banquete que he preparado para ellos. Y haré entonces lo que el rey me pide.» (Ester 5, 8)

  • Todo esto es lo que hemos observado: y así es. A ti te toca escuchar y aprovecharte. (Job 5, 27)

  • Ten a bien, Job, escuchar mis palabras, presta oído a todas mis razones. (Job 33, 1)

  • Voy a escuchar de qué habla Dios. Sí, Yahveh habla de paz para su pueblo y para sus amigos, con tal que a su torpeza no retornen. (Salmos 85, 9)

  • Si uno responde antes de escuchar eso es para él necedad y confusión. (Proverbios 18, 13)

  • Deja ya, hijo, de escuchar la instrucción, y de apartarte de las palabras de la ciencia. (Proverbios 19, 27)

  • Sé pronto en escuchar, y tardo en responder. (Eclesiástico 5, 11)

  • Si te gusta escuchar, aprenderás, si inclinas tu oído, serás sabio. (Eclesiástico 6, 33)

  • Anhela escuchar todo discurso que venga de Dios, que no se te escapen los proverbios agudos. (Eclesiástico 6, 35)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina