Encontrados 70 resultados para: entraron

  • Entraron en Jerusalén, en la Casa de Yahveh, con salterios, cítaras y trompetas. (II Crónicas 20, 28)

  • Después tomó a los jefes de cien, a los notables, a los dirigentes del pueblo y al pueblo entero de la tierra; y haciendo descender al rey de la Casa de Yahveh, entraron por la puerta superior en la casa del rey y le sentaron en el trono del reino. (II Crónicas 23, 20)

  • Los sacerdotes entraron en el interior de la Casa de Yahveh para purificarla, y sacaron al atrio de la Casa de Yahveh todas las impurezas que encontraron en el santuario de Yahveh. Los levitas, por su parte, las amontonaron para llevarlas fuera, al torrente de Cedrón. (II Crónicas 29, 16)

  • Cuando entraron en Media, y estando ya cerca de Ecbátana, (Tobías 6, 10)

  • Cuando entraron en Ecbátana dijo Tobías: «Hermano Azarías, guíame en derechura a casa de Ragüel, nuestro hermano.» Le condujo, pues a casa de Ragüel y le encontraron sentado a la puerta del patio. Le saludaron ellos primero y él les contestó: «Mucha dicha os deseo, hermanos, y en buena salud vengáis.» Los llevó a su casa (Tobías 7, 1)

  • Ya la he dado a siete maridos, de nuestros hermanos, y todos murieron la misma noche que entraron donde ella. Así que, muchacho, ahora come y bebe y el Señor os dará su gracia y su paz.» Pero Tobías replicó: «No comeré ni beberé hasta que no hayas tomado una decisión acerca de lo que te he pedido.» Ragüel le dijo: «¡Está bien! A ti se te debe dar, según la sentencia del libro de Moisés, y el Cielo decreta que te sea dada. Recibe a tu hermana. A partir de ahora, tú eres su hermano y ella es tu hermana. Tuya es desde hoy por siempre. Que el Señor del Cielo os guíe a buen fin esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz.» (Tobías 7, 11)

  • Sus servidores entraron en posesión del poder, cada uno en su región. (I Macabeos 1, 8)

  • y entraron en combate. Salieron derrotados los gentiles y huyeron hacia la llanura. (I Macabeos 4, 14)

  • Entraron los sacerdotes y, de pie ante el altar y el santuario, exclamaron llorando: (I Macabeos 7, 36)

  • Partieron, pues, para Roma y luego de un larguísimo viaje, entraron en el Consejo, donde tomando la palabra, dijeron: (I Macabeos 8, 19)

  • mientras la caballería se desbandaba por la llanura. En su huida llegaron a Azoto y entraron en Bet Dagón, el templo de su ídolo, para salvarse. (I Macabeos 10, 83)

  • Entraron en ella el día veintitrés del segundo mes del año 171 con aclamaciones y ramos de palma, con liras, címbalos y arpas, con himnos y cantos, porque un gran enemigo había sido vencido y expulsado de Israel. (I Macabeos 13, 51)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina