Encontrados 646 resultados para: enemigos de los judíos

  • y decía delante de sus hermanos y de la gente principal de Samaría: «¿Qué pretenden hacer esos miserables judíos? ¿Es que quieren terminar en un día? ¿Van a dar vida a esas piedras, sacadas de montones de escombros y calcinadas?» (Nehemías 3, 34)

  • Y nuestros enemigos decían: «¡Antes que se enteren o se den cuenta, iremos contra ellos, y los mataremos y pararemos la obra!» (Nehemías 4, 5)

  • Pero algunos judíos que vivían junto a ellos vinieron a advertirnos por diez veces: «Vienen contra nosotros desde todos los lugares que habitan.» (Nehemías 4, 6)

  • Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos advertidos y que Dios había desbaratado sus planes, se retiraron, y todos nosotros volvimos a la muralla, cada cual a su trabajo. (Nehemías 4, 9)

  • Un gran clamor se suscitó entre la gente del pueblo y sus mujeres contra sus hermanos judíos. (Nehemías 5, 1)

  • y les dije: «Nosotros hemos rescatado, en la medida de nuestras posibilidades, a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones. ¡Y ahora sois vosotros los que vendéis a vuestros hermanos para que nosotros los rescatemos!» Ellos callaron sin saber qué responder. (Nehemías 5, 8)

  • Cuando Samballat, Tobías, Guésem el árabe, y los demás enemigos nuestros se enteraron de que yo había reconstruido la muralla y de que ya no quedaba en ella brecha alguna - aunque en aquel tiempo no estaban colocadas las hojas de las puertas - (Nehemías 6, 1)

  • en la que estaba escrito: «Se oye entre las naciones, y así lo afirma Gasmu, el rumor de que tú y los judíos estáis pensando sublevaros; que para ello reconstruyes la muralla y tratas de hacerte su rey, (Nehemías 6, 6)

  • Cuando se enteraron todos nuestros enemigos y todas las naciones de alrededor lo vieron, les pareció una gran maravilla y reconocieron que esta obra había sido realizada por nuestro Dios. (Nehemías 6, 16)

  • Tú los entregaste en poder de sus enemigos que los oprimieron. Durante su opresión clamaban hacia ti, y tú los escuchabas desde el cielo; y en tu inmensa ternura les mandabas salvadores que los libraron de las manos opresoras. (Nehemías 9, 27)

  • Pero, apenas en paz, volvían a hacer el mal ante ti, y tú los dejabas en mano de sus enemigos que los oprimían. Ellos de nuevo gritaban hacia ti, y tú escuchabas desde el cielo: ¡muchas veces, por ternura, los salvaste! (Nehemías 9, 28)

  • En Jerusalén, algunos tirios que habitan en ella traían pescado y toda clase de mercancías para verdérselas a los judíos en día de sábado, (Nehemías 13, 16)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina