Encontrados 216 resultados para: ellas
Le puso alrededor granadas, y campanillas de oro, bien de ellas todo en torno, para que tintinearan al andar y resonaran bien por todo el Templo, como memorial para los hijos de su pueblo; (Eclesiástico 45, 9)
Cayó de golpe sobre la nación hostil, y en la bajada aniquiló a los adversarios, para que conocieran las naciones la fuerza de sus armas, porque era frente al Señor la guerra de ellas. (Eclesiástico 46, 6)
vendrán y se posarán todas ellas en las quebradas, en los resquicios de las peñas, en todas las corrientes y en todos los arroyos. (Isaías 7, 19)
Aquel día habrá cinco ciudades en tierra de Egipto que hablarán la lengua de Canaán y que jurarán por Yahveh Sebaot: Ir Haheres se llamará una de ellas. (Isaías 19, 18)
En el año catorce del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asur, contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas. (Isaías 36, 1)
En las piedras lisas del torrente tengas tu parte: ¡ellas, ellas te toquen en suerte! Que también sobre ellas vertiste libaciones, hiciste oblación. ¿Acaso con estas cosas me voy a aplacar? (Isaías 57, 6)
Al ruido de jinetes y flecheros huía toda la ciudad. Se metían por los bosques y trepaban por las peñas. Toda ciudad quedó abandonada, sin quedar en ellas habitantes. (Jeremías 4, 29)
Por eso los herirá el león de la selva, el lobo de los desiertos los destrozará, el leopardo acechará sus ciudades: todo el que saliere de ellas será despedazado. - Porque son muchas sus rebeldías, y sus apostasías son grandes. (Jeremías 5, 6)
Todo hombre es torpe para comprender, se avergüenza del ídolo todo platero, porque sus estatuas son una mentira y no hay espíritu en ellas. (Jeremías 10, 14)
Y pondré al frente de ellas pastores que las apacienten, y nunca más estarán medrosas ni asustadas, ni faltará ninguna - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 23, 4)
beberán, y trompicarán, y se enloquecerán ante la espada que voy a soltar entre ellas. (Jeremías 25, 16)
y les dices: Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que yo mando en busca de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondrá su sede por encima de estas piedras que he enterrado, y desplegaré su pabellón sobre ellas. (Jeremías 43, 10)