Encontrados 11 resultados para: distritos
Esta es la tierra que queda: «Todos los distritos de los filisteos y todo lo de los guesuritas; (Josué 13, 2)
«Ajab dijo: «¿Por medio de quién?» Respondió: «Así dice Yahveh: Por medio de los jóvenes de los jefes de distritos.» Preguntó Ajab: «¿Quién debe entablar el combate?» Respondió: «Tú.» (I Reyes 20, 14)
Pasó revista a los jóvenes de los jefes de distritos, que eran 232; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, todos los israelitas, 7.000. (I Reyes 20, 15)
Salieron en cabeza los jóvenes de los jefes de distritos. Enviaron a avisar a Ben Hadad: «Han salido algunos jóvenes de Samaría.» (I Reyes 20, 17)
Salieron, pues, de la ciudad aquellos jóvenes de los jefes de los distritos y el ejército detrás de ellos. (I Reyes 20, 19)
Renuncio también de hoy en adelante a percibir el tercio de los granos y la mitad de los frutos de los árboles que me correspondían, del país de Judá y también de los tres distritos que le son anexionados de Samaría - Galilea... a partir de hoy para siempre. (I Macabeos 10, 30)
Los tres distritos incorporados a Judea, de la provincia de Samaría, queden anexionados a Judea y contados por suyos, de modo que, sometidos a un mismo jefe, no acaten otra autoridad que la del sumo sacerdote. (I Macabeos 10, 38)
Jonatán pidió al rey que dejara libres de impuesto a Judea y a los tres distritos de Samaría, a cambio de trescientos talentos que le prometía. (I Macabeos 11, 28)
Les confirmamos la posesión del territorio de Judea y de los tres distritos de Aferema, Lidda y Ramatáyim que han sido desprendidos de Galilea y agregados a Judea con todas sus dependencias en favor de los que sacrifican en Jerusalén, a cambio de los derechos reales que el rey percibía de ellos antes cada año por los productos de la tierra y el fruto de los árboles. (I Macabeos 11, 34)
El joven Antíoco escribió a Jonatán diciéndole: «Te confirmo en el sumo sacerdocio, te pongo al frente de los cuatro distritos y quiero que te cuentes entre los amigos del rey.» (I Macabeos 11, 57)
«Y vosotros también, ¿qué sois para mí, Tiro y Sidón, y distritos todos de Filistea? ¿Queréis exigir paga de mí? Mas, si queréis cobrar de mí, ¡bien pronto he de volver sobre vuestra cabeza vuestra paga! (Joel 4, 4)