Encontrados 285 resultados para: diez tribus

  • Los levitas, a semejanza del territorio de los sacerdotes, tendrán un territorio de veinticinco mil codos de largo y diez mil de ancho - longitud total, veinticinco mil, y anchura, diez mil. (Ezequiel 48, 13)

  • Quedará una extensión, a lo largo de la ofrenda santa reservada, de diez mil codos hacia oriente y diez mil hacia occidente, a lo largo de la ofrenda santa reservada: sus productos servirán para la alimentación de los trabajadores de la ciudad. (Ezequiel 48, 18)

  • Los trabajadores que trabajen en la ciudad serán tomados de todas las tribus de Israel. (Ezequiel 48, 19)

  • Y las demás tribus: desde el lado oriental hasta el lado occidental: Benjamín, una parte. (Ezequiel 48, 23)

  • Tal es la tierra que repartiréis en heredad entre las tribus de Israel y tales serán sus partes, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 48, 29)

  • Las puertas de la ciudad llevarán los nombres de las tribus de Israel. Al norte tres puertas: la puerta de Rubén, la puerta de Judá y la puerta de Leví. (Ezequiel 48, 31)

  • «Por favor, pon a prueba a tus siervos durante diez días: que nos den de comer legumbres y de beber agua; (Daniel 1, 12)

  • Aceptó él la propuesta y les puso a prueba durante diez días. (Daniel 1, 14)

  • Al cabo de los diez días se vio que tenían mejor aspecto y estaban más rollizos que todos los jóvenes que comían los manjares del rey. (Daniel 1, 15)

  • Y en cuantas cosas de sabiduría o de inteligencia les consultó el rey, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos que había en todo su reino. (Daniel 1, 20)

  • Después seguí mirando, en mis visiones nocturnas, y vi una cuarta bestia, terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro; comía, triburaba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas. Era diferente de las bestias anteriores y tenía diez cuernos. (Daniel 7, 7)

  • y acerca de los diez cuernos que había en su cabeza, y del otro cuerno que había despuntado, ante el cual cayeron los tres primeros; y de este cuerno que tenía ojos y una boca que decía grandes cosas, y cuyo aspecto era mayor que el de los otros. (Daniel 7, 20)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina