Encontrados 12 resultados para: desolado

  • ¿Por qué hemos de morir delante de tus ojos así nosotros como nuestras tierras? Aprópiate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de pan, y nosotros con nuestras tierras pasaremos a ser esclavos de Faraón. Pero danos simiente para que vivamos y no muramos, y el suelo no quede desolado.» (Génesis 47, 19)

  • La victoria se trocó en duelo aquel día para todo el pueblo, porque aquel día supo el pueblo que el rey estaba desolado por su hijo. (II Samuel 19, 3)

  • Al oír esto rasgué mis vestiduras y mi manto, me arranqué los pelos de la cabeza y de la barba, y me senté desolado. (Esdras 9, 3)

  • Todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel se reunieron en torno a mí, a causa de esta rebeldía de los deportados. Yo permanecí sentado, desolado, hasta la oblación de la tarde. (Esdras 9, 4)

  • Quedó su santuario desolado como un desierto, sus fiestas convertidas en duelo, sus sábados en irrisión, su honor en desprecio. (I Macabeos 1, 39)

  • Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado, las puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en un monte cualquiera, y las salas destruidas, (I Macabeos 4, 38)

  • Vierte tu cólera sobre las naciones que te desconocen, y sobre los linajes que no invocan tu Nombre. Porque han devorado a Jacob hasta consumirle, lo han devorado y su mansión han desolado. (Jeremías 10, 25)

  • Entre muchos pastores destruyeron mi viña, hollaron mi heredad, trocaron mi mejor campa en un yermo desolado. (Jeremías 12, 10)

  • La convirtieron en desolación lamentable, en inculta para mí. Totalmente desolado está todo el país porque no hay allí nadie que lo sienta. (Jeremías 12, 11)

  • Y ahora, oh Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus súplicas. Ilumine tu rostro tu santuario desolado, ¡por ti mismo, Señor! (Daniel 9, 17)

  • Delante de él devora el fuego, detrás de él la llama abrasa. Como un jardín de Edén era delante de él la tierra, detrás de él, un desierto desolado. ¡No hay escape ante él! (Joel 2, 3)

  • Egipto quedará hecho una desolación, Edom un desierto desolado, por su violencia contra los hijos de Judá, por haber derramado sangre inocente en su tierra. (Joel 4, 19)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina