Encontrados 409 resultados para: derrota de los reyes amorreos

  • a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas y a nuestros padres. (Baruc 1, 16)

  • Por eso el Señor Dios nuesro ha cumplido la palabra que había pronunciado contra nosotros, contra nuestros jueces que juzgaron a Israel, contra nuestros reyes y nuestros príncipes, contra los habitantes de Israel y de Judá. (Baruc 2, 1)

  • No apoyados en las obras justas de nuestros padres y de nuestros reyes derramamos nuestra súplica de piedad ante tu rostro, oh Señor Dios nuestro. (Baruc 2, 19)

  • Pero nosotros no escuchamos tu invitación de servir al rey de Babilonia, y tú entonces ha cumplido tus palabras, pronunciadas por medio de tus siervos los profetas: que los huesos de nuestros reyes y los huesos de nuestros padres serían sacados de sus sepulcros. (Baruc 2, 24)

  • No siendo otra cosa que madera dorada y plateada, se reconocer reconocerá más tarde que no son más que mentira. Para todos, naciones y reyes, quedará claro que no son dioses, sino obras de manos de hombres, y que no hay en ellos obra alguna de un dios. (Baruc 6, 50)

  • Tampoco pueden maldecir ni bendecir a los reyes; (Baruc 6, 65)

  • Pues así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo traigo contra Tiro, por el norte, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros y jinetes y gran número de tropas. (Ezequiel 26, 7)

  • Cuando tus mercancías se desembarcaban, saciabas a muchos pueblos; con la abundancia de tus riquezas y productos enriquecías a los reyes de la tierra. (Ezequiel 27, 33)

  • Todos los habitantes de las islas están pasmados por tu causa. Sus reyes están estremecidos de terror, descompuesto su rostro. (Ezequiel 27, 35)

  • Tu corazón se ha pagado de tu belleza, has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. (Ezequiel 28, 17)

  • Dejaré pasmados por ti a muchos pueblos, y sus reyes se estremecerán de horror por tu causa, cuando yo blanda mi espada ante ellos. Temblarán sin tregua, cada uno por su vida, el día de tu caída. (Ezequiel 32, 10)

  • Allí está Edom, sus reyes y todos sus príncipes, que fueron puestos, a pesar de su prepotencia, entre las víctimas de la espada. Yacen entre incircuncisos, con los que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 29)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina