Encontrados 80 resultados para: derechos de la viuda

  • Jeroboam era hijo de Nebat, efraimita de Seredá; su madre se llamaba Seruá y era viuda. Era servidor de Salomón y alzó la mano contra el rey. (I Reyes 11, 26)

  • «Levántate y vete a Sarepta de Sidón y quédate allí, pues he ordenado a una mujer viuda de allí que te dé de comer.» (I Reyes 17, 9)

  • Se levantó y se fue a Sarepta. Cuando entraba por la puerta de la ciudad había allí una mujer viuda que recogía leña. La llamó Elías y dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua para mí en tu jarro para que pueda beber.» (I Reyes 17, 10)

  • después clamó a Yahveh diciendo: «Yahveh, Dios mío, ¿es que también vas a hacer mal a la viuda en cuya casa me hospedo, haciendo morir a su hijo?» (I Reyes 17, 20)

  • y fue enviado Rafael a curar a los dos: a Tobit, para que se le quitaran las manchas blancas de los ojos y pudiera con sus mismos ojos ver la luz de Dios; y a Sarra la de Ragüel, para entregarla por mujer a Tobías, hijo de Tobit, y librarla de Asmodeo, el demonio malvado; porque Tobías tenía más derechos sobre ella que todos cuantos la pretendían. En aquel mismo momento se volvía Tobit del patio a la casa, y Sarra, la de Ragüel, descendía del aposento. (Tobías 3, 17)

  • fuera de ella no tiene más hijos ni hijas; tú eres el más cercano, tienes más derechos sobre ella que todos los demás y es justo que heredes la hacienda de su padre; la muchacha es prudente, valerosa y muy bella y su padre la ama.» (Tobías 6, 12)

  • Judit llevaba ya tres años y cuatro meses viuda, viviendo en su casa. (Judit 8, 4)

  • Se había hecho construir un aposento sobre el terrado de la casa, se había ceñido de sayal y se vestía vestidos de viuda; ayunaba (Judit 8, 5)

  • Entregaste al saqueo a sus mujeres, sus hijas al destierro, todos sus despojos en reparto para tus hijos amados, que se habían encendido de tu celo, y tuvieron horror a la mancha hecha a su sangre y te llamaron en su ayuda. ¡Oh Dios, mi Dios, escucha a esta viuda! (Judit 9, 4)

  • Mira su altivez, y suelta tu ira sobre sus cabezas; da a mi mano de viuda fuerza para lo que he proyectado. (Judit 9, 9)

  • Se llevan el asno de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda. (Job 24, 3)

  • Maltrataba a la estéril, la que no da a luz, y a la viuda no trataba bien. (Job 24, 21)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina