Encontrados 1844 resultados para: cuándo

  • Y se decían el uno al otro: «A fe que somos culpables contra nuestro hermano, cuya angustia veíamos cuando nos pedía que tuviésemos compasión y no le hicimos caso. Por eso nos hallamos en esta angustia.» (Génesis 42, 21)

  • Ahora bien, cuando estaban vaciando sus talegas, he aquí que cada uno tenía su dinero en la talega, y tanto ellos como su padre, al ver las bolsas, sintieron miedo. (Génesis 42, 35)

  • Pero resultó que cuando fuimos a hacer noche y abrimos nuestras talegas de grano, nos encontramos con que la plata de cada uno estaba en la boca de su talega, nuestra plata bien pesada, y la hemos devuelto con nosotros, (Génesis 43, 21)

  • Salieron de la ciudad, y no bien se habían alejado, cuando José dijo a su mayordomo: «Levántate y persigue a esos hombres, les das alcance y les dices: ¿Por qué habéis pagado mal por bien? (Génesis 44, 4)

  • Así pues, cuando subimos nosotros a mi padre, tu siervo, le expusimos las palabras de mi señor. (Génesis 44, 24)

  • Ahora, pues, cuando yo llegue a donde mi padre, tu siervo, y el muchacho no esté con nosotros, tienendo como tiene el alma tan apegada a la suya, (Génesis 44, 30)

  • Luego despidió a sus hermanos, y cuando se iban les dijo: «No os excitéis en el camino.» (Génesis 45, 24)

  • Así, cuando os llame Faraón y os diga. "¿Cuál es vuestro oficio?", (Génesis 46, 33)

  • y luego, cuando la cosecha, daréis el quinto a Faraón y las otras cuatro partes serán para vosotros, para siembra del campo, y para alimento vuestro y de vuestros familiares, para alimento de vuestras criaturas.» (Génesis 47, 24)

  • Cuando los días de Israel tocaron a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: «Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo y hazme este favor y lealtad: No me sepultes en Egipto. (Génesis 47, 29)

  • Cuando yo me acueste con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos.» Respondió: «Yo haré según tu palabra.» - (Génesis 47, 30)

  • Cuando yo venía de Paddán se me murió en el camino Raquel, tu madre, en el país de los cananeos, a poco trecho para llegar a Efratá, y allí la sepulté, en el camino de Efratá, o sea Belén.» (Génesis 48, 7)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina