Encontrados 26 resultados para: consejero admirable

  • Absalón mandó a buscar a su ciudad de Guiló a Ajitófel el guilonita, consejero de David, y lo tuvo consigo cuando ofrecía los sacrificios. Así la conjuración se fortalecía y los partidarios de Absalón iban aumentando. (II Samuel 15, 12)

  • Para la puerta oriental cayó la suerte sobre Selemías. Después echaron suertes: tocó la parte norte a su hijo Zacarías, que era un prudente consejero. (I Crónicas 26, 14)

  • Jonatán, tío de David, hombre prudente e instruido, era consejero; él y Yejiel, hijo de Yakmoní, cuidaban de los hijos del rey. (I Crónicas 27, 32)

  • Ajitófel era consejero del rey, y Jusay el arquita era amigo del rey. (I Crónicas 27, 33)

  • Mientras él le hablaba, Amasías le interrumpió: «¿Acaso te hemos hecho consejero del rey? ¡Cállate! ¿Por qué te han de matar?» El profeta concluyó diciendo: «Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque hiciste eso y no quieres escuchar mi consejo.» (II Crónicas 25, 16)

  • Oyéndola hablar aquellos hombres, y viendo la admirable hermosura de su rostro, le dijeron: (Judit 10, 14)

  • «Nosotros, en efecto, hemos oído hablar de tu sabiduría y de la prudencia de tu espíritu, y se dice por toda la tierra que tú eres el mejor en todo el reino, de profundos conocimientos y admirable como estratega. (Judit 11, 8)

  • Cantaré a mi Dios un cantar nuevo: «¡Tú eres grande, Señor, eres glorioso, admirable en poder e insuperable!» (Judit 16, 13)

  • Porque eres admirable, señor, y tu rostro está lleno de dignidad.» (Ester 15, 17)

  • Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir; fijos en ti los ojos, seré tu consejero. (Salmos 32, 8)

  • Yo lo recuerdo, y derramo dentro de mí mi alma, cómo marchaba a la Tienda admirable, a la Casa de Dios, entre los gritos de júbilo y de loa, y el gentío festivo. (Salmos 42, 5)

  • Admirable de todo punto y digna de glorioso recuerdo fue aquella madre que, al ver morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, sufría con valor porque tenía la esperanza puesta en el Señor. (II Macabeos 7, 20)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina