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Las palabras del delator son golosinas, que bajan hasta el fondo de las entrañas. (Proverbios 18, 8)
Las palabras del delator son golosinas que bajan hasta el fondo de las entrañas. (Proverbios 26, 22)
Las lágrimas de la viuda, ¿no bajan por su mejilla, y su clamor contra el que las provocó? (Eclesiástico 35, 15)
Los que bajan a Egipto sin consultar a mi boca, para buscar apoyo en la fuerza de Faraón y ampararse a la sombra de Egipto. (Isaías 30, 2)
¡Ay, los que bajan a Egipto por ayuda! En la caballería se apoyan, y fían en los carros porque abundan y en los jinetes porque son muchos; mas no han puesto su mirada en el Santo de Israel, ni a Yahveh han buscado. (Isaías 31, 1)
Que el Seol no te alaba ni la Muerte te glorifica, ni los que bajan al pozo esperan en tu fidelidad. (Isaías 38, 18)
te has contaminado con cadáveres, contado entre los que bajan al seol? (Baruc 3, 11)
entonces te precipitaré con los que bajan a la fosa, con el pueblo de antaño; te haré habitar en los infiernos, como las ruinas de antaño, con los que bajan a la fosa, para que no vuelvas a ser restablecida en la tierra de los vivos. (Ezequiel 26, 20)
Ha sido para que ningún árbol plantado junto a las aguas se engría de su talla, ni levante su copa por entre las nubes, y para que ningún árbol bien regado se estire hacia ellas con su altura. ¡Porque todos ellos están destinados a la muerte, a los infiernos, como el común de los hombres, como los que bajan a la fosa! (Ezequiel 31, 14)
Hice temblar a las naciones por el estrépito de su caída, cuando le precipité en el seol, con los que bajan a la fosa. En los infiernos se consolaron todos los árboles de Edén, lo más selecto y más bello del Líbano, regados todos por las aguas. (Ezequiel 31, 16)
Hijo de hombre, haz una lamentación sobre la multitud de Egipto, hazle bajar, a él y a las hijas de las naciones, majestuosas, a los infiernos, con los que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 18)
Allí está Elam con toda su multitud en torno a su sepulcro; todos caídos víctimas de la espada, han bajado, incircuncisos, a los infiernos, ellos que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. Soportan su ignominia con los que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 24)