Encontrados 480 resultados para: aun

  • Más aún, Salomón se ha sentado en el trono real, (I Reyes 1, 46)

  • Llegó la noticia a Joab; como Joab se había inclinado por Adonías, aunque no se había inclinado por Absalón, se refugió Joab en la Tienda de Yahveh y se agarró a los cuernos del altar. (I Reyes 2, 28)

  • Con todo, el pueblo ofrecía sacrificios en los altos, porque en aquellos días no había sido aún construida una casa para el Nombre de Yahveh. (I Reyes 3, 2)

  • Dijo el hombre de Dios al rey: «Aunque me dieras la mitad de tu casa no entraré contigo y no comeré ni beberé agua en este lugar, (I Reyes 13, 8)

  • Pero no desaparecieron los altos, aunque el corazón de Asá estuvo del todo con Yahveh toda su vida. (I Reyes 15, 14)

  • Se ciñeron sayales a sus lomos y cuerdas sobre sus cabezas y fueron al rey de Israel y le dijeron: «Tu siervo Ben Hadad dice: Que pueda yo conservar mi vida.» El respondió: «¿Vive aún? ¡Es mi hermano!» (I Reyes 20, 32)

  • Y aún es poco esto a los ojos de Yahveh, pues entregaré a Moab en vuestras manos (II Reyes 3, 18)

  • Todavía estaba hablando con ellos cuando el rey bajó al él y dijo: «¡Todo este mal viene de Yahveh! ¿Cómo he de confiar aún en Yahveh?» (II Reyes 6, 33)

  • El escudero, sobre cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios y le dijo: «Aunque Yahveh abriera ventanas en el cielo ¿podría ocurrir tal cosa?» Respondió: «Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.» (II Reyes 7, 2)

  • Respondió el escudero al hombre de Dios diciendo: «Aunque Yahveh abriera ventanas en el cielo, ¿podría ocurrir tal cosa?» Respondió: «Con tus ojos lo verás, pero no lo comerás.» (II Reyes 7, 19)

  • Hizo el mal a los ojos de Yahveh, aunque no como los reyes de Israel que le precedieron. (II Reyes 17, 2)

  • ¿No habrá oído Yahveh tu Dios, todas las palabras del copero mayor al que ha enviado el rey de Asiria su señor, para insultar al Dios vivo? ¿No castigará Yahveh tu Dios, las palabras que ha oído? ¡Dirige una plegaria en favor del resto que aún queda!» (II Reyes 19, 4)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina