Encontrados 43 resultados para: apoderó

  • Pero Israel le hirió a filo de espada y se apoderó de su tierra, desde el Arnón hasta el Yabboq, hasta los límites de los hijos de Ammón, porque Yazer estaba en la frontera de los hijos de Ammón. (Números 21, 24)

  • Yaír, hijo de Manasés, fue y se apoderó de los aduares de ellos y los llamó Aduares de Yaír. (Números 32, 41)

  • Nóbaj fue y se apoderó de Quenat y de sus filiales, y le puso su propio nombre Nóbaj. (Números 32, 42)

  • Se apoderó de ella, de su rey y de todas sus ciudades, las pasaron a filo de espada y consagraron al anatema a todos los seres vivientes que había en ella, sin dejar uno solo con vida. Como había hecho con Hebrón, así hizo con Debir y su rey, igual que había hecho con Libná y con su rey. (Josué 10, 39)

  • Se apoderó Josué de todos aquellos reyes y de sus territorios de una sola vez, porque Yahveh, el Dios de Israel, peleaba en favor de Israel. (Josué 10, 42)

  • Josué se apoderó de todas las ciudades de aquellos reyes, y de todos sus reyes y los pasó a cuchillo para cumplir en ellos el anatema, según le había mandado Moisés, siervo de Yahveh. (Josué 11, 12)

  • Josué se apoderó de todo el país: de la montaña, de todo el Négueb y de todo el país de Gosen, de la Tierra Baja, de la Arabá, de la montaña de Israel y de sus estribaciones. (Josué 11, 16)

  • Josué se apoderó de toda la tierra tal como Yahveh le había dicho a Moisés, y se la dio en herencia a Israel según las suertes de las tribus. Y el país vivió en paz tras la guerra. (Josué 11, 23)

  • Judá se apoderó de Gaza y su comarca, de Ascalón y su comarca, de Ecrón y su comarca; (Jueces 1, 18)

  • Manasés no se apoderó de Bet Seán y sus filiales, ni de Tanak y sus filiales. No expulsó a los habitantes de Dor y sus filiales, ni a los de Yibleam y sus filiales, ni a los de Meguiddó y sus filiales: los cananeos siguieron ocupando el territorio. (Jueces 1, 27)

  • El rey de los ammonitas respondió a los mensajeros de Jefté: «Porque Israel, cuando subía de Egipto, se apoderó de mi país desde el Arnón hasta el Yabboq y el Jordán. Así que ahora devuélvemelo por las buenas.» (Jueces 11, 13)

  • Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo de Dios y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces. Tenía Saúl la lanza en la mano. (I Samuel 18, 10)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina