Encontrados 216 resultados para: algunos

  • Algunos hijos de Benjamín habitaban en Gueba, Midmás, Ayyá, Betel y sus aldeas anejas, (Nehemías 11, 31)

  • En Jerusalén, algunos tirios que habitan en ella traían pescado y toda clase de mercancías para verdérselas a los judíos en día de sábado, (Nehemías 13, 16)

  • Así que ordené que cuando la sombra cubriese las puertas de Jerusalén, la víspera del sábado se cerrasen las puertas, y que no se abriesen hasta después del sábado. Y puse junto a las puertas a algunos de mis hombres para que no entrase carga alguna en día de sábado. (Nehemías 13, 19)

  • Una o dos veces, algunos mercaderes que vendían toda clase de mercancías pasaron la noche fuera de Jerusalén, (Nehemías 13, 20)

  • Vi también en aquellos días que algunos judíos se habían casado con mujeres asdoditas, ammonitas o moabitas. (Nehemías 13, 23)

  • Yo les reprendí y les maldije, hice azotar a algunos de ellos y arrancarles los cabellos, y los conjuré en nombre de Dios: «¡No debéis dar vuestras hijas a sus hijos ni tomar ninguna de sus hijas por mujeres ni para vuestros hijos ni para vosotros mismos! (Nehemías 13, 25)

  • «Has salvado tu vida con tu decisión de bajar a presentarte ante nuestro señor. Dirígete a su tienda, que algunos de los nuestros te acompañarán hasta ponerte en sus manos. (Judit 10, 15)

  • Algunos hacen de la noche día: se acercaría la luz que ahuyenta las tinieblas. (Job 17, 12)

  • y algunos del pueblo se apresuraron a acudir donde el rey y obtuvieron de él autorización para seguir las costumbres de los gentiles. (I Macabeos 1, 13)

  • Al querer señalarse tomando parte imprudentemente en el combate, cayeron aquel día algunos sacerdotes. (I Macabeos 5, 67)

  • Pero algunos de los sitiados lograron romper el cerco y juntándoseles otros de entre los impíos de Israel, (I Macabeos 6, 21)

  • Una parte del ejército real se desplegó por las alturas de los montes, mientras algunos lo hicieron por el llano; y avanzaban con seguridad y buen orden. (I Macabeos 6, 40)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina