Encontrados 58 resultados para: adelante

  • algo de lo que os ha mandado Yahveh por medio de Moisés, desde que Yahveh lo ordenó en adelante, por todas vuestras generaciones, (Números 15, 23)

  • «Haced el recuento de toda la comunidad de los israelitas, por casas paternas, de veinte años en adelante, de todos los útiles para la guerra.» (Números 26, 2)

  • como había mandado Yahveh a Moisés y a los israelitas cuando salían de Egipto. De veinte años en adelante: (Números 26, 4)

  • El total del censo de todos los varones de un mes en adelante fue 23.000. Porque no fueron alistados con los demás israelitas, pues no se les daba herencia entre los demás israelitas. (Números 26, 62)

  • Y el maná cesó desde el día siguiente, en que empezaron a comer los productos del país. Los israelitas no tuvieron en adelante maná, y se alimentaron ya aquel año de los productos de la tierra de Canaán. (Josué 5, 12)

  • tampoco yo arrojaré en adelante de su presencia a ninguno de los pueblos que dejó Josué cuando murió.» (Jueces 2, 21)

  • pero concebirás y darás a luz un hijo. En adelante guárdate de beber vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro. (Jueces 13, 4)

  • Pero me ha dicho: "Vas a concebir y a dar a luz un hijo. En adelante no bebas vino ni bebida fermentada y no comas nada impuro, porque el niño será nazir de Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte.» (Jueces 13, 7)

  • Habían bajabo hasta las afueras de la ciudad, cuando Samuel dijo a Saúl: «Manda a tu criado que se adelante, y tú quédate ahora para que te de a conocer la palabra de Dios.» (I Samuel 9, 27)

  • En adelante, el rey marchara delante de vosotros. Cuanto a mí, he envejecido y encanecido, y mis hijos entre vosotros están. He andado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy. (I Samuel 12, 2)

  • Y desde aquel día en adelante miraba Saúl a David con ojos de envidia. (I Samuel 18, 9)

  • Y desde aquel día en adelante lo estableció como decreto y norma para Israel, hasta el día de hoy. (I Samuel 30, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina