Encontrados 224 resultados para: Tribu

  • Yahveh se airó en gran manera contra Israel y los apartó de su rostro, quedando solamente la tribu de Judá. (II Reyes 17, 18)

  • Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés eran hombres valientes, llevaban escudo y espada, manejaban el arco y eran diestros en la guerra. Salían a campaña en número de 44.760. (I Crónicas 5, 18)

  • Los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en el país desde Basán hasta Báal Hermón, Senir y la montaña de Hermón. Eran muy numerosos. (I Crónicas 5, 23)

  • Por lo cual el Dios de Israel suscitó el espíritu de Pil, rey de Asiria, que deportó a los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, y los llevó a Jalaj, Jabor, Jará y el río Gozán, hasta el día de hoy. (I Crónicas 5, 26)

  • De la tribu de Benjamín: Gueba con sus ejidos, Alémet con sus ejidos y Anatot con sus ejidos. El total de todas sus ciudades: trece ciudades según sus familias. (I Crónicas 6, 45)

  • A los otros hijos de Quehat les dieron por sorteo, conforme a sus familias, diez ciudades de la tribu de Efraím, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés. (I Crónicas 6, 46)

  • A los hijos de Guersom, según sus familias, trece ciudades de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tribu de Manasés en el Basán. (I Crónicas 6, 47)

  • A los hijos de Merarí, según sus familias, les tocaron en suerte doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón; (I Crónicas 6, 48)

  • De la tribu de los hijos de Judá, de la tribu de los hijos de Benjamín, les tocaron en suerte las ciudades a las que pusieron sus nombres. (I Crónicas 6, 50)

  • En la tribu de Efraím se tomaron ciudades para algunas familias de los hijos de Quehat. (I Crónicas 6, 51)

  • Y de la media tribu de Manasés: Aner con sus ejidos, Bilam con sus ejidos. Esta para los restantes hijos de Quehat. (I Crónicas 6, 55)

  • Para los hijos de Guersom: De la familia de la media tribu de Manasés, Golán, en Basán, con sus ejidos, Astarot con sus ejidos. (I Crónicas 6, 56)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina