Encontrados 232 resultados para: Todavía

  • después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron. (I Corintios 15, 6)

  • Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: estáis todavía en vuestros pecados. (I Corintios 15, 17)

  • ¡Por mi vida!, testigo me es Dios de que, si todavía no he ido a Corinto, ha sido por miramiento a vosotros. (II Corintios 1, 23)

  • Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, (II Corintios 4, 3)

  • Y su corazón se inclina todavía más hacia vosotros al recordar la obediencia de todos vosotros y cómo le acogisteis con temor y temblor. (II Corintios 7, 15)

  • Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1, 10)

  • En cuanto a mí, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué soy todavía perseguido? ¡Pues se acabó ya el escándalo de la cruz! (Gálatas 5, 11)

  • Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, (Filipenses 3, 13)

  • Los que tengan dueños creyentes no les falten al respeto por ser hermanos, sino al contrario, que les sirvan todavía mejor por ser creyentes y amigos de Dios los que reciben sus servicios. Esto debes enseñar y recomendar. (I Timoteo 6, 2)

  • Todo lo sometiste debajo de sus pies. Al someterle todo, nada dejó que no le estuviera sometido. Mas al presente, no vemos todavía que le esté sometido todo. (Hebreos 2, 8)

  • Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza. (Hebreos 10, 37)

  • Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacrificio más excelente que Caín, por ella fue declarado justo, con la aprobación que dio Dios a sus ofrendas; y por ella, aun muerto, habla todavía. (Hebreos 11, 4)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina