Encontrados 39 resultados para: Supo

  • Hizo construir en Jerusalén ingenios inventados por expertos, para colocarlos sobre las torres y los ángulos y para arrojar saetas y grandes piedras. Su fama se extendió lejos, porque fue prodigioso el modo como supo buscarse colaboradores hasta hacerse fuerte. (II Crónicas 26, 15)

  • Oró a él y Dios accedió, oyó su oración y le concedió el retorno a Jerusalén, a su reino. Entonces supo Manasés que Yahveh es el Dios. (II Crónicas 33, 13)

  • Oyó, pues, Judit las amargas palabras que el pueblo había dicho contra el jefe de la ciudad, pues habían perdido el ánimo ante la escasez de agua. Supo también todo cuanto Ozías les había respondido y cómo les había jurado que entregaría la ciudad a los asirios al cabo de cinco días. (Judit 8, 9)

  • Cuando Mardoqueo supo lo que pasaba, rasgó sus vestidos, se vistió de sayal y ceniza y salió por la ciudad lanzando grandes gemidos, (Ester 4, 1)

  • Pero lo supo Judas y salió él a su vez con sus guerreros con intención de batir al ejército real que quebada en Emaús (I Macabeos 4, 3)

  • Cuando supo Demetrio que Nicanor y su ejército habían caído en la guerra, envió a la tierra de Judá, en una nueva expedición, a Báquides y Alcimo con el ala derecha de su ejército. (I Macabeos 9, 1)

  • Pero Jonatán lo supo y su hermano Simón y todos sus partidarios y huyeron al desierto de Técoa, donde establecieron su campamento junto a las aguas de la cisterna de Asfar. (I Macabeos 9, 33)

  • Envió exploradores al campamento enemigo y supo por ellos, a su vuelta, que los enemigos estaban dispuestos para caer sobre ellos a la noche. (I Macabeos 12, 26)

  • Supo Simón que había juntado Trifón un ejército numeroso para ir a devastar el país de Judá. (I Macabeos 13, 1)

  • En cuanto Jeremías lo supo, les reprendió diciéndoles: «Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y le sea propicio. (II Macabeos 2, 7)

  • Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto para la boda del rey Filométor. Cuando supo Antíoco que aquél se había convertido en su adversario político se preocupó de su propia seguridad; por eso, pasando por Joppe, se presentó en Jerusalén. (II Macabeos 4, 21)

  • Supo entonces que Filipo, a quien había dejado en Antioquía al frente de los negocios, se había sublevado. Consternado, llamó a los judíos, se avino a sus deseos, y prestó juramento sobre todas las condiciones justas. Se reconcilió y ofreció un sacrificio, honró al santuario y se mostró generoso con el Lugar Santo. (II Macabeos 13, 23)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina