Encontrados 314 resultados para: Sis
Se presentó entonces uno que les dijo: «Mirad, los hombres que pusisteis en prisión están en el Templo y enseñan al pueblo.» (Hechos 5, 25)
Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. (Hechos 6, 1)
pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. (Hechos 6, 10)
«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! ¡Como vuestros padres, así vosotros! (Hechos 7, 51)
Apenas se fue el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un soldado piadoso, de entre sus asistentes, (Hechos 10, 7)
Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis, (Hechos 10, 10)
«Estaba yo en oración en la ciudad de Joppe y en éxtasis vi una visión: una cosa así como un lienzo, atado por las cuatro puntas, que bajaba del cielo y llegó hasta mí. (Hechos 11, 5)
Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios. (Hechos 12, 5)
Como no se dejaba convencer, dejamos de insistir y dijimos: «Hágase la voluntad del Señor.» (Hechos 21, 14)
«Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo, caí en éxtasis; (Hechos 22, 17)
Pero el Sumo Sacerdote Ananías mandó a los que le asistían que le golpeasen en la boca. (Hechos 23, 2)
Y ordenó al centurión que custodiase a Pablo, que le dejase tener alguna libertad y que no impidiese a ninguno de los suyos el asistirle. (Hechos 24, 23)