Encontrados 147 resultados para: Simón

  • y Simón le respondió con estas palabras: «Ni nos hemos apoderado de tierras ajenas ni nos hemos apropiado bienes de otros, sino de la heredad de nuestros padres. Por algún tiempo la poseyeron injustamente nuestros enemigos (I Macabeos 15, 33)

  • sino que se volvió furioso donde el rey y le refirió la respuesta, la magnificencia de Simón y todo lo que había visto. El rey montó en violenta cólera. (I Macabeos 15, 36)

  • Subió Juan de Gázara y comunicó a su padre Simón las actividades de Cendebeo. (I Macabeos 16, 1)

  • Simón llamó entonces a sus dos hijos mayores, Judas y Juan, y les dijo: «Mis hermanos y yo y la casa de mi padre hemos combatido a los enemigos de Israel desde nuestra juventud hasta el día de hoy y llevamos muchas veces a feliz término la liberación de Israel; (I Macabeos 16, 2)

  • Su corazón se ensoberbeció tanto que aspiró a apoderarse del país, para lo cual tramaba quitar a traición la vida a Simón y a sus hijos. (I Macabeos 16, 13)

  • Yendo Simón de inspección por las ciudades del país preocupándose de su administración, bajó con sus hijos, Matatías y Judas, a Jericó. Era el año 177 en el undécimo mes que es el mes de Sebat. (I Macabeos 16, 14)

  • Cuando Simón y sus hijos estuvieron bebidos, se levantó Tolomeo con los suyos, tomaron sus armas y lanzándose sobre Simón en la sala del banquete, le mataron a él, a sus dos hijos y a algunos de sus servidores. (I Macabeos 16, 16)

  • Pero un tal Simón, de la tribu de Bilgá, constituido administrador del Templo, tuvo diferencias con el sumo sacerdote sobre la reglamentación del mercado de la ciudad. (II Macabeos 3, 4)

  • que una parte pertenecía a Hicarno, hijo de Tobías, personaje de muy alta posición y, contra lo que había calumniado el impío Simón, que el total era de cuatrocientos talentos de plata y doscientos de oro; (II Macabeos 3, 11)

  • En mencionado Simón, delator de los tesoros y de la patria, calumniaba a Onías como si éste hubiera maltratado a Heliodoro y fuera el causante de sus desgracias; (II Macabeos 4, 1)

  • A tal punto llegó la hostilidad, que hasta se cometieron asesinatos por parte de uno de los esbirros de Simón. (II Macabeos 4, 3)

  • Considerando Onías que aquella rivalidad era intolerable y que Apolonio, hijo de Menesteo, estratega de Celesira y Fenicia, instigaba a Simón al mal, (II Macabeos 4, 4)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina