Encontrados 458 resultados para: Sau
Os he amado, dice Yahveh. Y vosotros decís: ¿En qué nos has amado? - ¿No era acaso Esaú el hermano de Jacob?, oráculo de Yahveh. Sin embargo yo amé a Jacob, (Malaquías 1, 2)
y a Esaú le odié. Entregué sus montes a la desolación y su heredad a los chacales del desierto. (Malaquías 1, 3)
le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Los testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo. (Hechos 7, 58)
Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria. (Hechos 8, 1)
Entretanto Saulo hacía estragos en la Iglesia; entraba por las casas, se llevaba por la fuerza hombres y mujeres, y los metía en la cárcel. (Hechos 8, 3)
Entretanto Saulo, respirando todavía amenazas y muertes contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote, (Hechos 9, 1)
cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?» (Hechos 9, 4)
Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco. (Hechos 9, 8)
Y el Señor: «Levántate y vete a la calle Recta y pregunta en casa de Judas por uno de Tarso llamado Saulo; mira, está en oración (Hechos 9, 11)
Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» (Hechos 9, 17)
Pero Saulo se crecía y confundía a los judíos que vivían en Damasco demostrándoles que aquél era el Cristo. (Hechos 9, 22)
Pero Saulo tuvo conocimiento de su determinación. Hasta las puertas estaban guardadas día y noche para poderle matar. (Hechos 9, 24)