Encontrados 84 resultados para: Rebaño

  • Se levantó David de madrugada, dejó el rebaño al guarda y, tomado las cosas, se fue como le había mandado Jesé, y llegó al círculo del campamento justo cuando salía el ejército para ordenarse en batalla, lanzando el grito de guerra. (I Samuel 17, 20)

  • Se enteró Eliab, su hermano mayor, de su pregunta a los hombres y se encendió en cólera Eliab contra David, y le dijo: «¿Para qué has bajado, y a quién has dejado aquel pequeño rebaño en el desierto? Ya sé yo tu atrevimiento y la maldad de tu corazón. Has bajado para ver la batalla.» (I Samuel 17, 28)

  • Respondió David a Saúl: «Cuando tu siervo estaba guardando el rebaño de su padre y venía el león o el oso y se llevaba una oveja del rebaño, (I Samuel 17, 34)

  • Había un hombre en Maón que tenía su hacienda en Carmelo. Era un hombre muy rico; poseía 3.000 ovejas y mil cabras. Estaba entonces en Carmelo, esquilando su rebaño. (I Samuel 25, 2)

  • Supo David en el desierto que Nabal estaba esquilando su rebaño (I Samuel 25, 4)

  • Ahora pues di esto a mi siervo David: Así habla Yahveh Sebaot: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel. (II Samuel 7, 8)

  • Di, pues, ahora esto a mi siervo David: Así habla Yahveh Sebaot: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel. (I Crónicas 17, 7)

  • Mató luego un carnero del rebaño y los acogió con toda cordialidad. (Tobías 7, 8)

  • Yo te guiaré por medio de Judea hasta llegar a Jerusalén y haré que te asientes en medio de ella. Tú los llevarás como rebaño sin pastor, y ni un perro ladrará contra ti. He tenido el presentimiento de todo esto; me ha sido anunciado y he sido enviada para comunicártelo.» (Judit 11, 19)

  • Los malvados remueven los mojones, roban el rebaño y su pastor. (Job 24, 2)

  • Poema. De Asaf. ¿Por qué has de rechazar, oh Dios, por siempre, por qué humear de cólera contra el rebaño de tu pasto? (Salmos 74, 1)

  • Tú guiaste a tu pueblo cual rebaño por la mano de Moisés y de Aarón. (Salmos 77, 21)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina