Encontrados 130 resultados para: Pez

  • y empezaron a llegar los siete años de hambre como había predicho José. Hubo hambre en todas las regiones; pero en todo Egipto había pan. (Génesis 41, 54)

  • Dijeron: «!El empezó preguntándonos por nuestra familia, diciéndonos: ¿Tenéis aún padre? ¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis algun otro hermano? Y nosotros nos limitamos a responder a sus palabras. ¿Podíamos saber que iba a decirnos: Bajad a vuestro hermano?» (Génesis 43, 7)

  • él les registró empezando por el grande y acabando por el chico, y apareció la copa en la talega de Benjamín. (Génesis 44, 12)

  • Pero no pudiendo ocultarlo ya por más tiempo, tomó una cestilla de papiro, la calafateó con betún y pez, metió en ella al niño, y la puso entre los juncos, a la orilla del Río. (Exodo 2, 3)

  • También nuestro ganado ha de venir con nosotros. No quedará ni una pezuña; porque de ellos hemos de tomar para dar culto a Yahveh, nuestro Dios. Y no sabemos todavía qué hemos de ofrecer a Yahveh hasta que lleguemos allá.» (Exodo 10, 26)

  • Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. (Exodo 16, 2)

  • cualquier animal de pezuña partida, hendida en mitades y que rumia, sí lo podréis comer. (Levítico 11, 3)

  • Pero entre los que rumian o tienen pezuña hendida, no comeréis: camello, pues aunque rumia, no tiene partida la pezuña; será impuro para vosotros; (Levítico 11, 4)

  • ni damán, porque rumia, pero no tiene partida la pezuña; será impuro para vosotros: (Levítico 11, 5)

  • ni liebre porque rumia, pero no tiene la pezuña partida; será impura para vosotros; (Levítico 11, 6)

  • ni cerdo, pues aunque tiene la pezu4na partida, hendida en mitades, no rumia; será impuro para vosotros. (Levítico 11, 7)

  • Asimismo todos los animales que tienen pezuña no partida en dos uñas y no rumian, serán impuros para vosotros. Todo aquel que los toque quedará impuro. (Levítico 11, 26)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina