Encontrados 208 resultados para: Pecados

  • Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados; (Hebreos 5, 1)

  • Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por los del pueblo. (Hebreos 5, 3)

  • que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo: y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. (Hebreos 7, 27)

  • Porque me apiadaré de sus iniquidades y de sus pecados no me acordaré ya. (Hebreos 8, 12)

  • Pero en la segunda parte entra una vez al año, y solo, el Sumo Sacerdote, y no sin sangre que ofrecer por sí mismo y por los pecados del pueblo. (Hebreos 9, 7)

  • así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez sin relación ya con el pecado a los que le esperan para su salvación. (Hebreos 9, 28)

  • Al contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los pecados, (Hebreos 10, 3)

  • pues es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre pecados. (Hebreos 10, 4)

  • Y, ciertamente, todo sacerdote está en pie, día tras día, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar pecados. (Hebreos 10, 11)

  • El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre, (Hebreos 10, 12)

  • añade: Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya. (Hebreos 10, 17)

  • Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, (Hebreos 10, 26)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina