Encontrados 387 resultados para: Paz

  • Se acercó Ajimaas y dijo al rey: «¡Paz!», y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego prosiguió: «Bendito sea Yahveh tu Dios que ha sometido a los hombres que alzaban la mano contra mi señor el rey.» (II Samuel 18, 28)

  • También Meribbaal, hijo de Saúl, bajó al encuentro del rey. No había aseado sus pies ni sus manos, no había cuidado su bigote ni había lavado sus vestidos desde el día en que se marchó el rey hasta el día en que volvió en paz. (II Samuel 19, 25)

  • Dijo Meribbaal al rey: «Y aun todo puede llevárselo, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.» (II Samuel 19, 31)

  • También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel: a Abner, hijo de Ner, y a Amasá, hijo de Yéter, que los mató y derramó en la paz sangre de guerra; ha puesto sangre inocente en el cinturón de mi cintura y en la sandalia de mis pies. (I Reyes 2, 5)

  • Harás según tu prudencia y no dejarás bajar en paz sus canas al seol. (I Reyes 2, 6)

  • Adonías, hijo de Jagguit, fue donde Betsabé, madre de Salomón. Ella dijo: «¿Es de paz tu venida?» Respondió: « De paz.» (I Reyes 2, 13)

  • Que su sangre caiga sobre la cabeza de Joab y de su descendencia para siempre, y que David y su descendencia, su casa y su trono tengan paz para siempre de parte de Yahveh.» (I Reyes 2, 33)

  • Concede, pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?» (I Reyes 3, 9)

  • Porque dominaba en toda la Transeufratina, desde Tafsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de más acá del Río; tuvo paz en torno a todas sus fronteras. (I Reyes 5, 4)

  • Al presente, Yahveh mi Dios me ha concedido paz por todos lados. No hay adversario ni maldad. (I Reyes 5, 18)

  • Yahveh dio sabiduría a Salomón, como se lo había prometido, y hubo paz entre Jiram y Salomón pactando una alianza entrambos. (I Reyes 5, 26)

  • El respondió: «Si han salido en son de paz, prendedles vivos; si han salido en son de guerra, prendedles vivos.» (I Reyes 20, 18)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina