Encontrados 1102 resultados para: Oración de David

  • y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» (Lucas 18, 38)

  • Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Lucas 18, 39)

  • diciéndoles: «Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!» (Lucas 19, 46)

  • Les preguntó: «¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? (Lucas 20, 41)

  • Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (Lucas 20, 42)

  • David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?» (Lucas 20, 44)

  • Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra. (Lucas 22, 44)

  • Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; (Lucas 22, 45)

  • ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» (Juan 7, 42)

  • Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hechos 1, 14)

  • «Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús. (Hechos 1, 16)

  • porque dice de él David: Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile. (Hechos 2, 25)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina