Encontrados 539 resultados para: Ley

  • Una misma ley habrá para el nativo y para el forastero que habita en medio de vosotros.» (Exodo 12, 49)

  • Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante tus ojos, para que la ley de Yahveh esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó Yahveh de Egipto. (Exodo 13, 9)

  • Yahveh dijo a Moisés: «Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley. (Exodo 16, 4)

  • Yahveh dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mi mandatos y mis leyes? (Exodo 16, 28)

  • Cuando tienen un pleito, vienen a mí; yo dicto sentencia entre unos y otros, y les doy a conocer los preceptos de Dios y sus leyes.» (Exodo 18, 16)

  • Enséñales los preceptos y las leyes, dales a conocer el camino que deben seguir y las obras que han de practicar. (Exodo 18, 20)

  • Si un hombre golpea a su siervo o a su sierva con un palo y muere a sus manos, cae bajo la ley de venganza. (Exodo 21, 20)

  • Tomó después el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.» (Exodo 24, 7)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Sube hasta mí, al monte; quédate allí, y te daré las tablas de piedra - la ley y los mandamientos - que tengo escritos para su instrucción.» (Exodo 24, 12)

  • Da esta orden a Aarón y a sus hijos: Esta es la ley del holocausto. (Este es el holocausto que estará sobre el fuego encendido, sobre el altar, toda la noche hasta la mañana, y que el fuego del altar mantendrá encendido.) (Levítico 6, 2)

  • Esta es la ley de la oblación: Los hijos de Aarón la presentarán delante de Yahveh, frente al altar; (Levítico 6, 7)

  • Todos los varones de los hijos de Aarón podrán comer de ello. Es ley perpetua para vuestros descendientes, relativa a los manjares que se abrasan para Yahveh. Todo cuanto los toque quedará consagrado. (Levítico 6, 11)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina