Encontrados 133 resultados para: Jesucristo

  • En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo! (Romanos 5, 17)

  • así, la mismo que el pecado reinó en la muerte, así también reinaría la gracia en virtud de la justicia para vida eterna por Jesucristo nuestro Señor. (Romanos 5, 21)

  • ¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor! Así pues, soy yo mismo quien con la razón sirve a la ley de Dios, mas con la carne, a la ley del pecado. (Romanos 7, 25)

  • Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias. (Romanos 13, 14)

  • para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 15, 6)

  • Pero os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras oraciones rogando a Dios por mí, (Romanos 15, 30)

  • pues esos tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre, y, por medio de suaves palabras y lisonjas, seducen los corazones de los sencillos. (Romanos 16, 18)

  • Y el Dios de la paz aplastará bien pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. (Romanos 16, 20)

  • Os saluda Erasto, cuestor de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano. A Aquel que puede consolidaros conforme al Evangelio mío y la predicación de Jesucristo: revelación de un Misterio mantenido en secreto durante siglos eternos, (Romanos 16, 25)

  • a Dios, el único sabio, por Jesucristo, ¡a él la gloria por los siglos de los siglos! Amén. (Romanos 16, 27)

  • a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos (I Corintios 1, 2)

  • gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. (I Corintios 1, 3)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina